El Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia, destacó que a raíz de la Reforma Constitucional en Derechos Humanos del 2011 se abre una nueva discusión de lo que realmente significa el Derecho al Agua en diversos ámbitos.

Al participar en la Conferencia Magistral "Implementando el derecho humano al agua: La tarea comienza", impartida por Maude Barlow (ex asesora de Naciones Unidas), sostuvo que dicha discusión debería girar en torno al acceso universal, el costo en diversos lugares, su ahorro, los criterios mínimos de saneamiento que permitan beberla y utilizarla, cuánto se requiere para que cada persona pueda vivir adecuadamente y cuándo se habla de un exceso.

Explicó que en el caso de la ciudad de México, por su propia geografía, hay obstáculos para que  llegue el vital líquido a la zona Oriente, como ocurre en el Centro y Poniente de la metrópoli.

Se da una situación paradójica, dijo, porque justamente en el Oriente de la ciudad, por esas mismas circunstancias cada año hay una serie de inundaciones de magnitudes desastrosas.

El Ombudsman capitalino enfatizó que la oportunidad de escuchar a Maude Barlow es de gran relevancia de cara a las discusiones que se tendrán en el futuro cercano en este tema.

La Presidenta Nacional del Consejo Canadiense, Maude Barlow, subrayó que en las últimas dos décadas la falta de agua es la mayor crisis de derechos humanos de nuestros tiempos.

"Simplemente hay que ver los números. En el sur, cada 3.5 segundos un niño muere de una enfermedad, que fue contagiado por el agua. Es el asesino más grande de los niños en el mundo. Si los padres pudieran pagar el agua, esos niños no morirían".

Sostuvo que hay muchos intereses en contra de la lucha por el Derecho al Agua, sobre todo de las grandes embotelladoras y empresas proveedoras; incluso el Banco Mundial en su momento promovía la privatización del agua en los países pobres.

La ex Asesora Principal sobre el Agua del 63° Presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas dijo que todos los gobiernos del mundo tienen que reconocer que el agua no es caridad o mercancía: es un derecho.  Por ello tienen como mandato legal crear un plan de acción para cumplir sus obligaciones.

Indicó que hay tres obligaciones en torno al Derecho al Agua que se tiene que discutir: 1) Respeto, en el cual el Estado no puede eliminar un derecho que ya se ha otorgado; 2) Protección, el Estado debe prevenir que terceros no permitan a las personas ejercer su derecho; y 3)Cumplimiento, proveer del líquido a las comunidades que todavía no cuentan con él.

Destacó el reconocimiento del Estado mexicano del Derecho al Agua en su Constitución, no obstante, en materia de cumplimiento no es suficiente decir sino hacer.

Recordó que México es el país que tiene el consumo de agua embotellada per capita más alto en el mundo. Esta situación está relacionada con la contaminación de sus mantos acuíferos, falta de inversión en infraestructura en las ciudades, fugas en las tuberías y represas que destruyen las comunidades, como ocurre en otros países.

"Necesitamos avanzar mucho más en alternativas sustentables a estas represas. México necesita también algún tipo institución para monitorear el plan de acción para que se implemente el Derecho Humano al Agua y el saneamiento. Esta instancia tiene que ser pública, transparente y democráticamente abierta. Esto lo necesitamos no sólo en México, sino en todos los países del mundo.

Por estos motivos, Maude Barlow enfatizó que se está construyendo un movimiento global de justicia por el agua para nuestros hijos y nietos: "Tenemos que cuidar el agua y esta tierra, por que tienen los mismos derechos que nosotros".

La Conferencia Magistral "Implementando el derecho humano al agua: La tarea comienza", fue moderada por la representante de la Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua (COMDA), Claudia Campero.


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