El proceso de destugurización y renovación urbana es visto con expectativa por los especialistas del tema. Dicho plan representa la oportunidad de mejorar el rostro del Centro Histórico de Lima, para convertirlo en un espacio con vida social y cultural.
Sin embargo, el proyecto podría fracasar si no se toman en cuenta una serie de factores sociales que hagan posible el acceso a las nuevas viviendas de los habitantes de los predios que se van a refaccionar.
"La iniciativa de destugurización es excelente, pero hay que reforzarla", sostuvo la arquitecta Silvia de los Ríos, del Centro de Investigación, Documentación y Asesoría Poblacional (Cidap). En opinión de De los Ríos, los subsidios estatales de programas como Mi Vivienda son insuficientes para que los habitantes de los predios que se van a intervenir puedan acceder a las nuevas casas.
"Los requisitos de Mi Vivienda, por ejemplo, son tener trabajo estable e ingresos por encima de los 700 soles. La mayoría de los que viven en las casonas tugurizadas del Centro Histórico trabajan en el comercio ambulatorio, son madres de familia abandonadas o ancianos. ¿Cómo van a financiar los inmuebles?", explicó la arquitecta.
El Cidap ha identificado cinco casos de destugurización cuyos resultados han sido insuficientes: el Proyecto Renovación Urbana y Recuperación Ambiental (Prorrua), el proyecto Martinete, el programa de destugurización de 1994-1998, el proyecto del Conjunto Habitacional General Mariscal Orbegoso y el recientemente inaugurado complejo habitacional de La Muralla.
Fuente: Peru21. http://peru21.com/ Edición 21 Enero.
Más información: http://www.cidap.org.pe/