En mis andanzas por tierras Salvadoreñas, al llegarme la noticia que hoy quiero compartir, me vino a mi mente, aquella ruta que transité tantas veces hacia el Mahaual, donde pasa el río que lleva su nombre y recuerdo cuando la tormenta Stand hizo destrozos en gran parte de la zona de ese departamento ( La Libertad).
Por aquellos tiempos, las y los compañeros de la Cooperativa 13 de enero construyeron en su terreno en forma urgente viviendas provisorias, para los socios de la Cooperativa afectados por el Stand ( tormenta tropical), aún no habían comenzado la obra de las viviendas definitivas, que hoy lucen con orgullo. Las aguas del Mahaual se desbordaron y barrieron cuanta vivienda precaria se encontraba en su camino
En esa carretera siempre observaba las escuelita del Mahaual, por cierto en muy malas condiciones, donde gran parte de los niños y niñas de la zona concurrían a sus clases.
Hoy estoy ansioso de volverla a ver, porque me enviaron la hermosa noticia que se terminaron las obras de refacción de la escuela ( comenzadas en noviembre) que hemos desarrollado junto a los compañeros de FESCOVAM y FUNDASAL. Ello porque los fondos que juntan solidariamente los niños suecos de la llamada Operación Dagsverke, tuvo como objetivo entre otros que ya se desplegaron en otros países de la región, la reparación de la escuela. Y esta obra está indisolublemente ligada al Cooperativismo de Vivienda, porque eligieron el lugar las y los compañeros de FESCOVAM, la idea central era unir, articular, los beneficios de nuestro modelo mucho más allá de la vivienda.
El asesoramiento técnico de FUNDASAL, la idea y la fuerza de FESCOVAM, el apoyo solidario de los niños suecos y la encarnación en El Salvador de un modelo de gestión uruguayo como el de FUCVAM hicieron posible, que mi mirada desde la carretera hacia la escuela cambie, me haga sentir una vez más que estamos vivos y peleando por un mundo mejor. Pero por sobre todas las cosas, los niños que asisten a esta escuelita pública tendrán un mejor confort en sus aulas, ya la lluvia ni los temporales harán que ellos pierdan horas de clase.
Adelante Salvadoreños, como dice su canción ¡!!! Dale Salvadoreño que no hay pájaro pequeño!!!!!
Relato Gustavo Daniel González Soto. Enero 2015