La vivienda representa 3.5% del PIB del país y da empleo a 7 millones de personas.
La nueva política de vivienda presentada por el presidente Enrique Peña Nieto a principios de 2013 busca enfrentar el caótico crecimiento urbano del país, lo que tiene implicaciones para el medio ambiente, la salud y la seguridad pública. El nuevo marco normativo y la transformación de las principales dependencias encargadas de su instauración han sido bien recibidos por la industria y organismos internacionales como el Banco Mundial. Sin embargo, su éxito dependerá de la capacidad del gobierno de aplicar las nuevas reglas y mejorar la prestación de servicios públicos esenciales, algo que podría no materializarse en breve plazo.
La vivienda representa 3.5 por ciento del PIB de México y da empleo a 7 millones de personas, en tanto la vivienda residencial representa 47 por ciento de toda la construcción. Sin embargo, el grueso de las casas creadas en los dos gobiernos pasados han sido criticadas por razones de calidad, distancia a zonas comerciales y falta de servicios básicos. Muchos de estos vecindarios, en el curso de los años, se han convertido en refugios de delincuentes. Un cambio de actitudes en favor de la vida urbana está ayudando a impulsar el mayor cambio en política de vivienda en una generación. Descarga aquí el pdf del artículo completo