En conferencia de prensa realizada en Ginebra, Suiza, el pasado 1 de junio, Miloon Kothari, Relator Especial de la ONU sobre el derecho a la vivienda, manifestó su enorme preocupación por las "alarmantes y desconocidas" dimensiones que está alcanzando el problema de los desalojos forzosos en todo el mundo, el cual afecta a decenas de millones de personas.

El problema es preocupante tanto en países subdesarrollados como Zimbabwe, donde el año pasado unas 700.000 personas perdieron sus viviendas por la operación 'Murambatsvina' (Restablecer el orden), como en los países más desarrollados que, según Kothari, 'fuerzan desalojos para desarrollar proyectos urbanísticos o de infraestructuras bajo el pretexto de que suponen un bien social'.

Aseguró que estos desalojos, además de representar graves violaciones a los derechos humanos de los habitantes, suelen derivar en importantes tragedias humanas, porque en su mayoría afectan a los más pobres, que se quedan sin hogar y sin sus medios de vida, lo que aumenta su marginación y vulnerabilidad.

Entre los múltiples casos que citó Kothari, donde destacan Estados Unidos y Canadá por los países desarrollados, y Pakistán, India, Zimbabwe y Nigeria por los países del tercer mundo, mencionó también el caso del proyecto de construcción de la presa "La Parota" en el estado mexicano de Guerrero, cuya realización dejaría sin hogar a unas 25 mil personas.