Mover la presa de El Purgatorio a Atengo, cuatro kilómetros aguas arriba por el río Verde, aumentar su capacidad de 40 a 220 millones de metros cúbicos (m3), y bajar la cortina de El Zapotillo de 105 a 80 metros, es una carambola de tres bandas: evita la desaparición de pueblos, garantiza el gasto de esa corriente para Guadalajara, y reduce el costo de El Purgatorio en 1,500 millones de pesos.
Esta es la conclusión a que llegan los ingenieros Alfonso Hernández Cendejas, Fausto Romero Torres, Joel Rojas Tamez y Liborio Saldaña Solís, quienes hoy dan a la luz un amplio desplegado con su propuesta, denominado Agua para Guadalajara, dirigido al director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege Tamargo, y otras autoridades en materia de agua que están involucradas en los proyectos de abasto para Jalisco y otras entidades.
"El planteamiento actual para la construcción de la presa El Zapotillo plantea [sic] dudas razonables debido a que la capacidad de almacenamiento que se propone está muy por encima de lo que se necesita [...] con la actual propuesta de sobreelevar la cortina de 80 metros a 105 metros, se tendrá una capacidad de 911 millones de m3", y una capacidad útil máxima de 820 millones de m3. Sin embargo, el volumen allí depositado para Guadalajara es de sólo 164 millones de m3, y el volumen anual a utilizar es únicamente de 366 millones de m3. Así, "no se requiere la capacidad de 911 millones de m3, y en consecuencia no es necesaria su sobreelevación", afirman.
Para que se tomen los 504 millones de m3 a que tiene derecho Jalisco en esta cuenca, y los 119.8 millones de m3 de León, Guanajuato, basta una presa menor a 105 metros en El Zapotillo y una nueva, pero que no sea simplemente derivadora, en el sitio de Atengo, entre Zapotlanejo e Ixtlahuacán, por el río Verde, a sólo nueve kilómetros de la desembocadura en el Santiago.
La presa de Atengo, añaden, tendrá las siguientes características: 103 metros de altura, 220 millones de m3 de capacidad, obra de toma de 12 m3 por segundo; altura media de bombeo de 490 metros y tamaño de embalse de 600 hectáreas, todo esto sin afectar asentamientos humanos, como si pasaría con Temacapulín con la construcción de la presa El Zapotillo en su proyecto original.
Los costos: 180 millones de pesos en estudios y proyectos, 966 millones en la cortina, 1,203 millones para la planta de bombeo, 229 millones para obras de conducción, regulación y acceso; 360 millones en imprevistos y 108 millones en supervisión y administración.
Se contaría en ocho meses con un proyecto ejecutivo, y de 3.5 a cuatro años con la obra terminada.
Fuente. Milenio Diario