Ginebra, Suiza, 10 de marzo de 2014
Señor Presidente,
Distinguidos Miembros del Consejo de Derechos Humanos,
Señoras y señores:
La evidencia disponible deja en claro que la crisis global en la seguridad de la tenencia no podrá resolverse utilizando el mismo enfoque y promoviendo las mismas políticas que hasta ahora están vigentes en la mayoría de los países, tanto en el Norte como en el Sur.
Es necesario, por tanto, al igual que respecto a la alimentación, un cambio de paradigma respeto a la vivienda y la seguridad de tenencia.
En primer lugar, debemos repetir que el derecho a la vivienda, tal y como está reconocido en diversos instrumentos internacionales, es mucho más que cuatro paredes y un techo. Por lo tanto, entender y atender los déficits de vivienda adecuada implica mucho más que construir casas.
De hecho, los programas de construcción masiva de unidades habitacionales han tenido impactos negativos serios (con afectaciones sociales, económicas y ambientales graves) y han resultado incluso contraproducentes, ya que han aumentado significativamente el stock de viviendas vacías que hoy alcanza números alarmantes: 11 millones en la Unión Europea, 5 millones en México, por mencionar sólo algunos ejemplos.
Al mismo tiempo, en general se descuida la atención al déficit cualitativo, que en muchos casos constituye el mayor obstáculo para el disfrute de una vivienda adecuada. Cuanto existen, las políticas y programas se enfocan principalmente en el mejoramiento físico-estructural o en la simple entrega de títulos, que son necesarios pero no suficientes. Los ejemplos relevantes en otro sentido, como algunos de los que se han mencionado aquí, recogen en gran medida enfoques y propuestas de la sociedad civil y los movimientos sociales de más de cuatro décadas, y sin duda vale la pena profundizarlos y difundirlos.
En segundo lugar, debemos enfatizar nuevamente que el derecho a la vivienda y la seguridad de tenencia es mucho más que el derecho a la propiedad privada individual y que, por lo tanto, su protección y fortalecimiento requieren reconocer y apoyar una amplia diversidad de modalidades. Como la Relatora menciona detalladamente en sus últimos tres informes, entre ellas hay que incluir la vivienda en alquiler, la vivienda cooperativa, los derechos de uso y posesión, y en general las formas colectivas, comunitarias y tradicionales, tanto en las áreas urbanas como rurales.
Señor Presidente, estos elementos son sumamente relevantes para la discusión que estamos teniendo porque, en particular durante las dos últimas décadas, la propiedad privada individual ha sido enfáticamente promocionada como la mejor, y en muchos casos la única, forma para lograr la seguridad de tenencia y satisfacer el derecho a la vivienda.
Y esto, como sabemos, ha tenido impactos negativos de enorme magnitud, con una severa crisis hipotecaria en el centro de la más reciente crisis financiera y económica global, que ha y sigue provocando el desalojo de cientos de miles de personas en varios países (siendo España y los Estados Unidos de América los ejemplos más alarmantes en este sentido), así como un aumento significativo del número de personas sin hogar y viviendo en las calles.
A la vez se ha descuidado la producción y regulación de la vivienda en alquiler; y no se apoyan -y en muchos casos, por el contrario, se criminalizan- los procesos populares de producción y gestión social del hábitat, así como las iniciativas y proyectos cooperativos, colectivos y comunitarios.
Es por todo ello que reconocemos y agradecemos el importante trabajo que la Relatora para el Derecho a la Vivienda Adecuada, la señora Rolnik, ha realizado y el énfasis que ha puesto en la relevancia de atender la crisis en la seguridad de la tenencia, desarrollando los Principios rectores que presenta aquí para su debate y aprobación.
Desde Habitat International Coalition, y las organizaciones de la sociedad civil, comunidades y académicos con quienes trabajamos, nos comprometemos a dar amplia difusión y continuidad a este esfuerzo. Y en ese sentido, nos permitimos hacer un enérgico llamado a que las diversas agencias de las Naciones Unidas, este Consejo y los mecanismos especiales (incluyendo la persona que asuma esta Relatoría a partir de abril próximo) asuman la responsabilidad que les toca para continuar profundizando en esta temática y avanzar en la garantía y realización de condiciones de vida digna para todas y todos.
Gracias, Señor Presidente, por permitirnos presentar nuestras visiones y propuestas ante las y los integrantes del Consejo de Derechos Humanos el día de hoy.
Lorena Zárate
Presidenta
hicpresident@hic-net.org