Ya está disponible en línea la resolución de la Audiencia del Urbanismo Salvaje que forma parte de la Ruta del colibrí, realizada en el contexto de la Ruta por la verdad y justicia para la naturaleza y los pueblos en el Ecuador. Se trata de una iniciativa que busca hacer una revisión de las políticas del Estado ecuatoriano en materia de derechos de la naturaleza, así como los derechos colectivos e individuales vinculados, con el fin de generar “verdad, justicia y reparación” para los casos de violaciones de derechos, para impedir que caigan en el olvido, la impunidad y para que los daños producidos sean reparados hacia las comunidades y restaurados hacia la naturaleza.
La audiencia de la urbanización salvaje tuvo lugar en la Comuna Bolaños pamba, situada a la salida ortiental del túnel Guayasamin, cercana al hipercentro de la ciudad, pero bajo amenaza de desalojo por la mal llamada Solución Vial Guayasamin. Los temas presentados tuvieron relación con violaciones a los derechos territoriales de comunas invadidas por vías nuevas, barrios campesinos y ecosistemas invadidos por nuevas urbanizaciones y megainfraestructuras, también con la vida natural que pese a todo continúa habitando en la ciudad.
Durante la audiencia se escucharon los testimonios de Verónica Ninahualpa, presidenta del Barrio Bolaños en el tema expropiaciones por megainfraestructura; Fernando Cabascango, presidente Pueblo Kitu Kara en el tema de las comunas y la expansión urbana; Gerardo Simbaña, miembro de la Comuna Tola Chica en el tema la Ruta Viva y las comunas; de Lorena Berrazueta del comité #ErrorVialGuayasamin en el tema la ciudad y sus habitantes; Diego Velasco del colectivo Kitu Milenario en el tema el metro y el patrominio; de Martín Bustamante, biólogo en el tema de la ciudad y las quebradas; María Piedad Angos y Julio Guagcha del Barrio Bolaños en el tema memoria histórica de Bolaños; Micaela Navarrete del colectivo Karishinas en bici con el tema de la movilidad y la ciudad.
En la resolución de dicha audiencia, se plantean las siguientes consideraciones generales:
Acudimos al Barrio Bolaños (Comuna Bolaños pamba, como han decidido autoasumirse sus integrantes, en una decisión que recupera su tradición), un conjunto de diferentes personas para escuchar nuestros sueños de convivencia en el territorio que habitamos, la ciudad de Quito. Encontramos en la audiencia un espacio que nos permitió poner en común algunos de los malestares y problemas que tiene Quito. Hemos constatado las implicaciones que estos asuntos tienen sobre los derechos de las comunas, barrios, la naturaleza y el paisaje y sus defensores, sobre la base arqueológica de la ciudad milenaria, sobre las culturas vivas de los pueblos ancestrales, en las limitaciones de representación y conformación de la autoridad local, generadas por un modelo de expansión urbana que está colapsando en la ciudad de Quito.
A este modelo lo llamamos “urbanismo salvaje” porque implica la depredación de la naturaleza, el privilegio de los autos sobre los seres humanos, la apropiación de territorios en función de las élites, la negación de la diversidad humana y ambiental en la Ciudad. El modelo, implementado desde las últimas décadas, pretende imponernos una concepción sobre cómo vivir con la que estamos en desacuerdo: estamos en contra de encementar el suelo puesto que no permite permeabilidad en un hábitat caracterizado por la presencia de innumerables ojos de agua y lagunas aún presentes en el subsuelo; estamos en desacuerdo con la vulneración del territorio, el aire, los ciclos del agua, sus habitantes.
Señalamos que se mantiene y fortalece, desde diversos actores incluyendo a los medios de comunicación, una narrativa nefasta sobre las quebradas, mientras que en realidad las quebradas son fuente de vida, nichos de cultura, manantiales de agua, paisajes de biodiversidad. Más aún, afirmamos que Quito constituye un hábitat escalonado, un paisaje de pendientes, que requiere que su riqueza se recupere y se preserve con las enseñanzas de vida y de cuidado ancestrales, para beneficio de todos sus habitantes. Advertimos que el gobierno municipal, pese a las disposiciones constitucionales y legales, aún no reconoce el derecho de representación y decisión de pueblos y nacionalidades en la administración de la ciudad.
Con los elementos de hecho y de derecho expuestos a lo largo de la Audiencia hoy celebrada, declaramos que los distintos niveles del Estado Ecuatoriano son responsables de promover un modelo urbano basado en la expansión de las ciudades para el beneficio privado de especuladores, y con ello la violación de derechos de los barrios, comunas y personas que se encuentran situadas en medio de esta expansión.
Los megaproyectos urbanos se han constituido en la última década en el principal motor de expansión de la ciudad, canalizando la inversión y los intereses privada mediante los principales proyectos promovidos por el Municipio, Prefectura y Estado central. Estos megaproyectos, algunos efectuados por grandes transnacionales, adolecen de falta de transparencia. Se ha evidenciado que grandes contratos están conllevando prácticas corruptas, al igual que sucede con la especulación inmobiliaria y la urbanización de las tierras periurbanas. Este modelo es causa y consecuencia de presuntas prácticas políticas de corrupción y evdiencia de la falta de una visión de ciudad sostenible.
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