En los estados sureños de Tabasco y Chiapas se está viviendo una de las peores catástrofes sociales de los últimos tiempos en México. Las recientes inundaciones han dejado más de un millón de damnificados, la mayor parte de ellos en Tabasco, donde cerca del 80% de su territorio está bajo el agua.

El evento que precipitó este desastre fue la atípica lluvia que azotó por varios días a la región, de acuerdo con información de la Comisión Nacional del Agua, las lluvias en Tabasco se encuentran 82% por arriba de su promedio normal y la creciente de los ríos es la más significativa de los últimos 50 años.

Como suele suceder en este tipo de fatalidades, las autoridades tratan de "lavarse las manos" y atribuyen la desgracia únicamente a los factores medioambientales, en este caso la lluvia, sin embargo, habrá que buscar las razones de fondo que propiciaron esta terrible inundación. No se trata de una causa única y solitaria, sino de un largo proceso de riesgo y de vulnerabilidad que se han construido en las últimas décadas (Leer artículo relacionado). Incluso autoridades de la ONU han  declarado que este desastre pudo haberse evitado con un mejor manejo de la contingencia.

Distintos miembros de HIC en México se encuentran ya trabajando en el apoyo a los damnificados.

 

Una tragedia similar, aunque con un número de muertes más elevado, es la que se está viviendo en República dominicana, donde hasta hoy los datos oficiales hablan de 84 muertos, 48 desaparecidos, 75 mil damnificados, unas mil viviendas destruidas completamente y más de 15 mil severamente afectadas. Todos estos datos son muy conservadores y se estima que la cantidad de muertos ronda las 300 personas.

El detonador de la tragedia: La tormenta Tropical Noel. Las causas de fondo: las mismas que ya mencionábamos en el caso de Tabasco, y que están íntimamente ligadas a la profunda pobreza en la región.

Contacto: Pedro Franco.

Coordinador de la Campaña Cero Desalojos-AIH

Santo Domingo, Repùblica Dominicana

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