Del 22 al 24 de junio se reunieron en Rivas, España, representantes de más de mil organizaciones de 84 países de todas las regiones del planeta para realizar el II Foro Social Mundial de las Migraciones.

En la Declaración de Rivas, documento final de este evento, las miles de mujeres y hombres reunidos exigieron el reconocimiento de los derechos humanos inherentes a toda persona, independientemente de su situación administrativa.

Aseguraron también que el asunto migratorio no debe ser visto como un problema local sino en el marco de todo un proceso económico, político, social y cultural relacionado directamente con los efectos que el modelo capitalista neoliberal genera mundialmente. Algunos de los aspectos más perversos de este sistema económico como son, la acción de las empresas multinacionales, la deuda externa, la pérdida de soberanía alimentaria, el comercio injusto, la expoliación de los recursos naturales y los conflictos armados son causa de que las personas tengan que desplazarse y emigrar, tanto hacia el Norte como entre países del Sur.

"Los representantes de las organizaciones asistentes a este encuentro exigieron que las políticas migratorias no estén al margen de los derechos humanos y que los migrantes no sean tratados como criminales sino como sujetos de transformación de las sociedades a las que llegan y de las que provienen."

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