Desde el día 14 de julio, cuando centenas de pobladores de la Favela del Sapo, en la comunidad Agua Blanca, bloquearon la avenida Marginal Tieté en la zona oeste de la ciudad de Sao Paulo, generando una enorme represión por parte de la policía militar, toda la ciudad y varias regiones del país tomaron conocimiento de las acciones violentas de la Prefectura en la millonaria obra vial de ampliación y sus verdaderos objetivos en la denominada Operación Urbana agua Blanca, que busca atraer al capital inmobiliario a la región.
Los habitantes protestaban por la amenaza de desalojo que estaba anunciada para ser ejecutada la mañana del día 15 de julio. En la favela "El Sapo" habitan 455 familias, algunas desde hace 20 años. El gobierno ha ofrecido reubicar a los afectados, pero la propuesta fue rechazada pues apenas 87 familias cumplirían con los requisitos y las demás se deberían contentar con un "cheque de desalojo" por 5 mil Reales.
Los compañeros brasileños solicitan una campaña de envío de cartas a las autoridades de la ciudad de Sao Paulo reclamando por esta situación.