Marcha de 2 mil personas cortó en la mañana de hoy la Avenida Paulista (corazón económico del país), pidiendo la cancelación de las licitaciones de petróleo, la privatización de las hidroeléctricas y por la aprobación de la Política Nacional de las Poblaciones Damnificadas por Represas. Éste fue el resultado de la movilización promovida por el Movimiento de Damnificados por Represas (MAB por su sigla en portugués), la Federación Única de Petroleros (FUP), la Plataforma Obrera y Campesina para la Energía, Vía Campesina y el Levantamiento Popular de la Juventud. La concentración comenzó a las 9 horas de la mañana en la Plaza Osvaldo Cruz, con muchos venidos desde la ciudad de Cotia, donde estaba realizándose el encuentro nacional del MAB.
Con la movilización, las organizaciones pedían la cancelación de las licitaciones de petróleo, previsto para el 21 de octubre, y la no privatización de las usinas hidroeléctricas cuyas concesiones ya vencieron, como es el caso de la Usina Hidroeléctrica de Três Irmãos, o que están por vencer el próximo período. Los movimientos criticaron la posición del gobierno de privatizar esas usinas, que parte principalmente del Ministerio de Minas y Energía. Para los movimientos, las usinas amortizadas deben ser patrimonio público y deben estar bajo el control del Estado a fin de que los precios de la energía pagados por el consumidor residencial sean menores que los actuales.
Además, la manifestación exigió al gobierno federal la implementación de la Política Nacional de Derechos de la Población Damnificada por Represas, una reivindicación histórica del MAB. La única garantía jurídica existente es el Decreto-Ley nº 3.356 de 1941, que reconoce como damnificados sólo a los propietarios de tierra con escritura que fuesen expropiados por la obra y establece una indemnización en dinero como única compensación. Éste es uno de los principales factores para que sólo el 30% de los damnificados reciba algún tipo de indemnización en el país.
Los datos concretos indican que en Brasil ya fueron construidas más de dos mil represas, que desplazaron a aproximadamente 1 millón de personas. Actualmente, 45 grandes y pequeñas represas para la generación de electricidad están en construcción, y hasta 2021 la previsión es que se construyan otras 99 obras, produciendo el desalojo de miles de familias.
El acto ocurre el último día del Encuentro Nacional del MAB, que desde el lunes reúne a 2800 damnificados por represas de 17 estados brasileros, en la ciudad de Cotia, San Pablo. Después del acto, los afectados por represas retornan a Cotia, para el cierre del Encuentro Nacional durante la tarde.
"En Brasil, más de 1 millón de personas ya fueron damnificadas por represas. Sin embargo, sólo el 30% recibió algún tipo de indemnización y hubo a lo largo de los años diversas violaciones en la implantación de las obras. Exigimos la aprobación inmediata de la Política Nacional de Derechos de las Poblaciones Damnificadas por Represas", denunció Robson Formica, integrante de la coordinadora nacional del Movimiento de Damnificados por Represas, sobre el camión que empujaba a los manifestantes.
João Antônio Moraes, coordinador general de la Federación Única de Petroleros e integrante de la Plataforma Obrera y Campesina para la Energía dijo que es necesario que se produzca la cancelación inmediata de las licitaciones de petróleo. "El campo de Libra tiene una reserva de 12.000 millones de barriles de petróleo, que representa cerca de 1 billón de reales de lucro. Esa riqueza tiene que ser usada para el desarrollo del pueblo, para la mejora del pueblo brasilero."
Los manifestantes también divulgaron una carta abierta a la presidenta Dilma Rousseff donde exponen sus reivindicaciones y reiteran su posición contraria a esas licitaciones exigiendo su cancelación. Firmaron el documento la Plataforma Obrera y Campesina para la Energía, Vía Campesina, Federación Única de Petroleros, Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra, Levantamiento Popular de la Juventud, Central de Movimientos Populares, Federación Nacional de Urbanitarios, Federación de Sindicatos de Ingenieros, Central General de Trabajadores de Brasil y Movimiento de Damnificados por Represas.
El documento final está disponible aquí.