De esta forma, el instituto ha recuperado cerca de 51 mil construcciones abandonadas y los recursos que se obtengan por estos procesos irán directamente a la subcuenta de vivienda de los trabajadores.

Informes del organismo puntualizan que en el año reciente se incrementó notoriamente la venta de estas casas a más de 230 empresas participantes, lo que representa un crecimiento de 145 por ciento, ya que antes sólo eran 90 compañías las interesadas.

Los cálculos del Infonavit son que hay cerca de 250 mil casas-habitación en esta situación en todo el país, y gran parte de los abandonos se debieron al modelo errático bajo el cual se construyeron, por lo que se tuvo que reorientar la política de vivienda, ya que no se podía seguir como se hizo en los sexenios pasados, alentando la construcción en lugares alejados de los servicios, donde incluso a veces al trabajador le resulta más caro pagar por el traslado a su centro laboral que su crédito hipotecario.

Sin servicios, sin escuelas, alejadas de las ciudades y algunas incluso en terrenos rurales, las viviendas quedaron en el abandono e incluso se convirtieron en un problema financiero y legal para el instituto que ha llevado a cabo procesos para recuperar la posesión.

Según puntualiza la información difundida, en la administración de David Penchyna se han celebrado 125 procesos de subasta, y se han colocado ocho de cada 10 casas que salen a remate, lográndose la recuperación de más de mil 500 millones de pesos, y el modelo de licitaciones es transparente a fin de combatir la corrupción.

La tabla de las subastas que se han llevado a cabo señala que tan sólo a finales del año pasado en un proceso que el organismo llevó a cabo en Chihuahua, remató 5 mil 800 viviendas recuperadas. Sin embargo, por ejemplo, en junio se licitaron 8 mil 200 viviendas de este tipo; en julio se colocaron más de 2 mil 768 casas abandonadas que estaban en Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Jalisco, Morelos, Nuevo León Tamaulipas y Quintana Roo; en agosto se vendieron otras 6 mil en estados sobre todo del norte y centro del país, incluso Ciudad de México; en octubre otras 2 mil casas y el proceso continuará en el presente año, porque son muchas las viviendas en esa condición.

Al respecto, la organización Tijuanenses Unidos por una Vivienda Digna planteó que además de las Infonavit, hay decenas de unidades fantasmas, sobre todo en el norte del país, que pertenecen a desarrolladores privados que en los sexenios de Felipe Calderón y Vicente Fox abusaron de los permisos, construyeron mal, con pésima calidad, en zonas sin infraestructura y se han convertido en un problema social.

Expuso que es multifactorial la problemática de viviendas abandonadas, ya que además de que en muchos casos fueron mal construidas o tenían problemas fundamentales, como la falta de agua, drenaje, alumbrado público, también hay unidades habitacionales completas que fueron deshabitadas por la inseguridad.

Sostuvo que esta problemática varía de acuerdo con cada estado, por ejemplo, en Baja California pululan las casas de interés social que tienen problemas de construcción, por lo que han tenido que librar una fuerte lucha legal por los derechos de los ciudadanos.