El terremoto de 7 grados registrado en Haití el 12 de enero de 2010, con epicentro a 15 km de Puerto Príncipe, destruyó gran parte de esa ciudad y ha tenido efectos igualmente devastadores en el resto del país. Los cuerpos recuperados hasta el 25 de enero superaban los 150.000, mientras que se estima que el número de muertos podría llegar a los 200.000. También habría producido más de 250.000 heridos y dejado sin hogar a 1,200,000 personas. Se considera una de las catástrofes humanitarias más graves de la historia.
A la vez, el sismo destruyó gran parte de la economía urbana en la capital y el 50% de la región metropolitana. Empresas del sector formal, así como escuelas, equipamientos y hospitales fueron destruidos, dejando miles de desempleados y población sin atender. También la gente trabajando en el sector llamado informal ha visto afectada su fuente de ingresos.
Como parte de este desastre, se calcula que alrededor de 50.000 familias se ubicaron provisionalmente en el municipio de Las Cahobas, parte de las cuales lo hicieron en 3 campamentos ubicados en comunidades diferentes. Un pequeño grupo de desplazados, ubicados en Juanpa, enfrenta graves dificultades por tratarse de personas muy pobres, principalmente mujeres y niños, ex vendedores ambulantes y arrendatarios de vivienda precaria en Puerto Príncipe que, como consecuencia del sismo, lo perdieron todo. Ocupan un campamento dentro de un terreno privado que deben desocupar de inmediato, lo que aunado a la situación descrita los mantiene en condiciones psicológicas precarias. No desean regresar a Puerto Príncipe y están dispuestos a trabajar juntos para reconstruir su vida en Las Cahobas. Cuentan con el apoyo del GARR (Grupo de Apoyo a los Repatriados y Refugiados).
Desde el mes de febrero, integrantes de la oficina de HIC-AL han estado participando en reuniones de coordinación de la ayuda y acciones de reconstrucción junto con otras redes regionales e internacionales y de modo más sistemático con diversas instancias mexicanas.
Producto de ese proceso, y gracias a los contactos locales establecidos por Pedro Franco (miembro dominicano de HIC e integrante de la Alianza Internacional de Habitantes), se cuenta ahora con una propuesta de proyecto para atender a la comunidad mencionada, integrada por 16 familias desplazadas, más algunas familias locales sin vivienda, esto con la idea de lograr una mejor integración de los 70 desplazados a la comunidad local. Se plantea realizar un proceso progresivo y autogestivo de producción y gestión social del hábitat, a partir de 3 ejes estratégicos: sociocultural, fisicoambiental y económico.
El objetivo general será abordar de manera integral la situación del grupo de desplazados, su integración a la comunidad local existente y su viabilidad y sostenibilidad en lo social, económico y ambiental, trabajando específicamente para: i) contribuir a superar los efectos psicológicos traumáticos del sismo, de su desplazamiento y de su actual situación económica y social; ii) apoyar la construcción autogestiva organizada y progresiva de su nuevo hábitat, su articulación con la comunidad vecina y el logro de un impacto amigable del proyecto con el entorno ambiental; iii) contribuir a la reconstrucción y fortalecimiento de la economía de las familias participantes y de la comunidad local; iv) impulsar, para el logro de los demás objetivos, procesos participativos y democráticos de capacitación, planeación y toma de decisiones, producción y gestión del nuevo asentamiento.
La concreción de los objetivos planteados implica un abordaje simultáneo y articulado de los diversos problemas que vive la pequeña comunidad, dentro de un proceso que estimule y fortalezca su papel como sujeto principal de la superación de sus actuales condiciones de vida. Así, los principales criterios y lineamientos a seguir se ordenan en base a los fundamentos estratégicos del Derecho a la Ciudad que venimos trabajando en el contexto latinoamericano.
- a) Ejercicio pleno de los derechos humanos: lograr el derecho de todos los integrantes de la pequeña comunidad a un lugar seguro donde vivir en paz y con dignidad. Un primer paso será fortalecer al grupo en su autoestima y voluntad de trabajar juntos y en forma organizada para hacer efectivo este derecho y los demás vinculados al hábitat.
- b) Gestión democrática del hábitat: apoyar, mediante información, capacitación y trabajo comunitario, la consolidación de un proceso participativo y democrático de los integrantes de la pequeña comunidad, en las tareas de integración, planeación, producción y gestión de su hábitat.
- c) Función social de la propiedad y del territorio comunitario: estudiar conjuntamente la forma de propiedad más adecuada al fortalecimiento comunitario y a las prácticas culturales locales. Incluirá asesoría para evitar presiones especulativas externas y la apropiación individual del esfuerzo colectivo, así como capacitación para la creación de una cooperativa de vivienda.
- d) Producción del hábitat y generación de actividades productivas bajo control social: realizar la construcción de las viviendas y sus servicios y equipamientos mediante procesos no lucrativos de Producción Social del Hábitat controlados por la comunidad y generar actividades productivas y de servicio que fortalezcan la economía de los participantes.
- e) Manejo responsable y sustentable de los bienes y recursos comunes: inducir el manejo responsable y sustentable de los bienes comunes (suelo, agua, vegetación) y de los recursos materiales y energéticos que se utilicen en la producción y operación permanente del conjunto. Se considerará apoyo a la generación de circuitos virtuosos (metabolismo circular) en el manejo de la basura, excretas y aguas grises, así como la prevención de nuevos desastres y la mitigación de riesgos al definir la mejor ubicación para las viviendas, los materiales y los sistemas constructivos a emplear.
- f) Generación de un conjunto comunitario abierto y disfrutable: crear espacios comunes y programas de convivencia que fomenten el disfrute por todos sus habitantes y su integración activa y abierta a la comunidad de Las Cahobas. Se incluirá el fomento y apoyo a las expresiones culturales existentes, así como la definición de elementos simbólicos que den identidad al conjunto.
Así, aunque limitado en su escala, el proyecto pretende demostrar la posibilidad y pertinencia de realizar procesos de reconstrucción desde una visión integral del hábitat humano, fortaleciendo el tejido social, la economía popular y la creación de ciudadanía activa y responsable. Según han manifestado organizaciones haitianas en más de una oportunidad, no quieren soluciones clásicas de "llave en mano" que sólo representan negocio para unos cuantos, al tiempo que no se ajustan a sus necesidades ni entienden las potencialidades de procesos comunitarios que rescaten saberes y prácticas de la propia gente. Ell@s quieren y pueden ser l@s protagonistas.
Se está ahora en búsqueda de los diversos apoyos (individuales, institucionales, materiales y no materiales, monetarios y no monetarios) que permitan avanzar en la concreción de esta propuesta integral y colectiva.
Agradecemos sus sugerencias y toda la colaboración que estén en condiciones de brindar. Por favor comuníquense con nosotros a info@hic-al.org
Equipo de HIC-AL
Ver primer comunicado del HIC sobre el tema
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