Uruguay. Miles de paraguas solidarios… Día mundial de los sin techo
Uruguay, Octubre 2015
Sobre la tardecita montevideana, poco a poco se fueron juntando en la esquina del viejo Banco Hipotecario, las cooperativas. Exactamente 15 años después, iban llegando los compañeros paraguas en mano, y buscaban con la vista los colores de su cooperativa. Bajo cada bandera se iban formando los grupos. Madres con sus niños en brazos, jóvenes, veteranos, adultos; venidos de todos los rincones de Montevideo y algunos otros sitios del país.
Sobre las seis y media ya veíamos que iba a ser una marcha de miles. Se respiraba alegría, se conversaba sobre las consignas, se notaba incluso cierta ansiedad por largar la caminata. Unos minutos después llega la mítica Casita de FUCVAM. Abrimos una brecha, y se coloca encabezando la salida de la marcha. Comienzan a resonar los petardos. Los “coheteros” de la FUCVAM sueltan los primeros estruendos. Los niños se turnan para hacer sonar la campana: otro de nuestros símbolos.
Y allí alguien grita: vamoooss ! y como por arte de magia se despliegan miles de paraguas multicolores. Arranca la marcha del Día de los Sin Techo. Cuadras y cuadras de la capital ven el paso de las familias haciendo palmas, gritando consignas, a puro cohete y campanazo.
En medio de esa alegría consciente transcurre el trayecto hasta el Parlamento. Ahí nos recibe el estrado engalanado con la bandera de FUCVAM y una pancarta que dice: “Llego la hora: más presupuesto para un país de justicia social”
El final de la marcha tarda un buen rato en acomodarse y allí arrancamos la oratoria: habla el presidente de la Central de trabajadores, símbolo claro de nuestra pertenencia a la clase obrera. Emotivo, claro y corto saludo que ratifica lo que ya sabemos: la alianza estratégica y permanente del campo popular.
Sigue Jorge Díaz, el compañero presidente de la Federación. Claro planteo histórico, desde aquella primera Marcha de los Paraguas a hoy, los avances logrados de nuestra FUCVAM, como se dieron aquellas luchas y como hay que seguir peleando para sustentar esos logros.
Finalmente nos toca hablar: minutos antes nos habían avisado que una cooperativa terminaba de escriturar su préstamo, una pequeña gran batalla ganada: empiezo saludando a las familias, la marcha pacífica, la presencia de los niños; y comparto la noticia: automáticamente explota el aplauso espontaneo, los gritos, la alegría de todos.
Rescatamos la lucha de miles de hermanos en Latinoamérica por un techo digno, convocamos al Comité Popular, destacamos con fuerza nuestro rol de constructores del hábitat. Centramos la oratoria en nuestras reivindicaciones: más presupuesto, ley de subsidio, tasa de interés justa y exoneraciones para las cooperativas en obra. Y reclamamos fuerte que los dineros para esto no pueden salir del bolsillo de los trabajadores: hay ponerle más impuestos a los grandes capitalistas: que page más, el que tiene más ¡Terminamos la oratoria al grito de: una ciudad sin excluidos, por justicia social, viva FUCVAM ¡
El aplauso final, el himno de FUCVAM cantado por todos, la gente canta, baila junto a nosotros; imposible no emocionarse. Terminamos los compañeros y nosotros con una gran sonrisa de satisfacción: fue una gran marcha!
Otra vez Montevideo fue testigo de una gran movilización de FUCVAM, otra vez asombramos con el ingenio en los muros, en los pasacalles, en la consigna. Otra vez ratificamos la seriedad de la propuesta y la capacidad de movilización.
Otra vez la gente vio marchar, como hace 15 años a miles de paraguas solidarios.
Pablo Caballero, Secretario General
Montevideo, 6 de Octubre de 2015
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