Bolivia. Carta de Santa Crúz: construir puentes entre los pueblos contra la exclusión y la explotación
Bolivia, Julio 2015
Carta de Santa Cruz
Elaborada por el Encuentro Mundial de Movimientos Populares en Santa Cruz de la Sierra y entregada al papa Francisco como síntesis de la lucha por "Madre Tierra, Techo, Trabajo e integración de los pueblos". También disponible en inglés e italiano.
Fotografía tomada del Facebook del encuentro.
Las organizaciones sociales reunidas en el Segundo Encuentro Mundial de Movimientos Populares, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, durante los días 7, 8 y 9 de julio de 2015, coincidimos con el Papa Francisco en que la problemática social y ambiental emergen como dos caras de la misma moneda. Un sistema que no puede brindar tierra, techo y trabajo para todos, que socava la paz entre las personas y amenaza la propia subsistencia de la Madre Tierra, no puede seguir rigiendo el destino del planeta.
Debemos superar un modelo social, político, económico y cultural donde el mercado y el dinero se han convertido en el eje regulador de las relaciones humanas en todos los niveles.
Nuestro grito, el de los más postergados y marginados, obliga a que los poderosos comprendan que así, no se puede seguir. Los pobres del mundo se han levantado contra la exclusión social que sufren día a día. No queremos explotar ni ser explotados. No queremos excluir ni ser excluidos. Queremos construir un modo de vida en el que la dignidad se alce por encima de todas las cosas.
Por eso, nos comprometemos a:
1. Impulsar y profundizar el proceso de cambio
Reafirmamos nuestro compromiso con los procesos de cambio y liberación como resultado de la acción de los pueblos organizados, que desde su memoria colectiva toman la historia en sus manos y se deciden a transformarla, para dar vida a las esperanzas y las utopías que nos convocan a revolucionar las estructuras más profundas de opresión, dominación, colonización y explotación.
2. Vivir bien en armonía con la Madre Tierra
Seguiremos luchando para defender y proteger a la Madre Tierra, promoviendo la “ecología integral” de la que habla el Papa Francisco. Somos fieles a la filosofía ancestral del “Vivir Bien”, nuevo orden de vida que propone armonía y equilibrio en las relaciones entre los seres humanos y entre éstos y la naturaleza.
La tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la tierra. Debemos cuidarla y labrarla en beneficio de todos. Queremos leyes medioambientales en todos los países en función del cuidado de los bienes comunes.
Exigimos la reparación histórica y un marco jurídico que resguarde los derechos de los pueblos indígenas a nivel nacional e internacional, promoviendo un diálogo sincero a fin de superar los diversos y múltiples conflictos que atraviesan los pueblos indígenas, originarios, campesinos y afrodescendientes.
3. Defender el trabajo digno
Nos comprometemos a luchar por la defensa del trabajo como derecho humano. Por la creación de fuentes de trabajo digno, por el diseño e implementación de políticas que restituyan todos los derechos laborales eliminados por el capitalismo neoliberal, tales como los sistemas de seguridad social, de jubilación y el derecho a la sindicalización.
Rechazamos la precarización, la tercerización y buscamos que se supere la informalidad a través de la inclusión, nunca con persecución ni represión.
Asimismo, levantamos la causa de los migrantes, desplazados y refugiados. Instamos a los gobiernos de los países ricos a que deroguen todas aquellas normas que promueven un trato discriminatorio contra ellos y establezcan formas de regulación que eliminen el trabajo esclavo, la trata, el tráfico de personas y la explotación infantil.
Impulsaremos formas alternativas de economía, tanto en áreas urbanas como en zonas rurales. Queremos una economía popular y social comunitaria que resguarde la vida de las comunidades y en la que prevalezca la solidaridad por sobre el lucro. Para esto es necesario que los gobiernos fortalezcan los esfuerzos que emergen de las bases sociales.
4. Mejorar nuestros barrios y construir viviendas dignas
Denunciamos la especulación y mercantilización de los terrenos y los bienes urbanos. Rechazamos los desalojos forzosos, el éxodo rural y el crecimiento de los barrios marginados. Rechazamos cualquier tipo de persecución judicial contra quienes luchan por una casa para su familia, porque entendemos a la vivienda como un derecho humano básico, el cual debe ser de carácter universal.
Exigimos políticas públicas participativas que garanticen el derecho a la vivienda, la integración urbana de los barrios marginados y el acceso integral al hábitat para edificar hogares con seguridad y dignidad.
5. Defender la Tierra y la soberanía alimentaria
Promovemos la reforma agraria integral para distribuir la tierra de manera justa y equitativa. Llamamos la atención de los pueblos sobre el surgimiento de nuevas formas de acumulación y especulación de la tierra y el territorio como mercancía, vinculadas al agro-negocio, que promueve el monocultivo destruyendo la biodiversidad, consumiendo y contaminando el agua, desplazando poblaciones campesinas y utilizando agro-tóxicos que contaminan los alimentos.
Reafirmamos nuestra lucha por la eliminación definitiva del hambre, la defensa de la soberanía alimentaria y la producción de alimentos sanos. Asimismo rechazamos enfáticamente la propiedad privada de semillas por grandes grupos agroindustriales, así como la introducción de productos transgénicos en sustitución de los nativos, debido a que destruyen la reproducción de la vida y la biodiversidad, crean dependencia alimentaria y causan efectos irreversibles sobre la salud humana y el medio ambiente. De igual manera, reafirmamos la defensa de los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas sobre la agricultura sustentable.
6. Construir la paz y la cultura del encuentro
Nos comprometemos, desde la vocación pacífica de nuestros pueblos a intensificar las acciones colectivas que garanticen la paz entre todas las personas, pueblos, religiones, etnias y culturas.
Reafirmamos la pluralidad de nuestras identidades culturales y tradiciones que deben convivir armónicamente sin que unas sometan a otras. Nos levantamos en contra de la criminalización de nuestra lucha, pues están criminalizando nuestras costumbres.
Condenamos cualquier tipo de agresión militar y nos movilizamos por el cese inmediato de todas las guerras y de las acciones desestabilizadoras o golpes de Estado, que atentan contra la democracia y la elección de los pueblos libres. Rechazamos el imperialismo y las nuevas formas de colonialismo, sean militares, financieras o mediáticas. Nos pronunciamos contra la impunidad de los poderosos y a favor de la libertad de los luchadores sociales.
7. Combatir la discriminación
Nos comprometemos a luchar contra cualquier forma de discriminación entre los seres humanos, sea por diferencias étnicas, color de la piel, género, origen, edad, religión u orientación sexual. Todos nosotros, mujeres y hombres, debemos tener los mismos derechos. Condenamos el machismo, cualquier forma de violencia contra la mujer, en particular los femicidios, y gritamos ¡Ni una menos!.
8. Promover la libertad de expresión
Promovemos el desarrollo de medios de comunicación alternativos, populares y comunitarios, frente al avance de los monopolios mediáticos que ocultan la verdad. El acceso a la información y la libertad de expresión son derechos de los pueblos y fundamento de cualquier sociedad que se pretenda democrática, libre y soberana.
La protesta es también una legítima forma de expresión popular. Es un derecho y quienes lo ejercemos no debemos ser perseguidos por ello.
9. Poner la ciencia y tecnología al servicio de los pueblos
Nos comprometemos a luchar para que la ciencia y el conocimiento sean utilizados al servicio del bienestar de los pueblos. Ciencia y conocimiento son conquistas de toda la humanidad y no pueden estar al servicio de la ganancia, explotación, manipulación o acumulación de riquezas por parte de algunos grupos. Persuadimos a que las universidades se llenen de pueblo y sus conocimientos estén orientados a resolver los problemas estructurales más que a generar riquezas para las grandes corporaciones. A denunciar y controlar a las multinacionales farmacéuticas que por un lado, lucran con la expropiación de conocimientos milenarios de los pueblos originarios y, por el otro, especulan y generan ganancias con la salud de millones de personas, poniendo el negocio por delante de la vida.
10. Rechazamos el consumismo y defendemos la solidaridad como proyecto de vida
Defendemos la solidaridad como proyecto de vida personal y colectivo. Nos comprometemos a luchar contra el individualismo, la ambición, la envidia y la codicia que anidan en nuestras sociedades y muchas veces en nosotros mismos. Trabajaremos incansablemente para erradicar el consumismo y la cultura del descarte.
¡Seguiremos trabajando para construir puentes entre los pueblos, que nos permitan derribar los muros de la exclusión y la explotación!
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Notas sobre el evento
La solidaridad, entendida, en su sentido más hondo, es un modo de hacer historia y eso es lo que hacen los movimientos populares.
Papa Francisco
A poco menos de un año del primer encuentro en Roma, los movimientos populares se han vuelto a encontrar en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia. Entre el 7 y el 9 de julio, más de 1500 delegadas y delegados de latinoamérica, así como delegaciones de otros territorios, incluyendo obuspos y agentes pastorales; participarán en tres días de reuniones, análisis y debates. Mediante estas actividades se espera compartir experiencias, realidades y propuestas para enfrentar las problemáticas que afectan a poblaciones excluidas: de campesinas, indígenas, asentamientos populares, colectividades en lucha por techo, trabajadoras y trabajadores precarizados. Los Movimientos Populares eligen organizarse en vez de resignarse, así como generar alternativas humanas.
Los ejes principales del encuentro son tierra, trabajo, vivienda, "con una mirada más amplia a lo que pasa con la Madre Tierra y los distintos conflictos que afectan la paz y la soberanía en el mundo".
Al final del Encuentro, los Movimientos Populares entregarán a Papa Francisco una carta con los resultados del trabajo de los tres días y las medidas más urgentes que hay que tomar, para que el mismo Papa pueda tenerlas en cuenta en sus ponencias frente a la Asamblea de las Naciones Unidas de Nueva York y otros foros internacionales.
En el encuentro participan la Uniao Nacional de Moradia Popular y la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua, FUCVAM (miembros de HIC), así como destacadas líderes comunitarias, Rosemary Irusta, de la Comunidad María Auxiliadora, de Cochabamba; quien junto con otras compañeras de Santa Cruz participará en la mesa sobre "techo".
Resumen de la mañana del 7 de julio de 2015
Fuente: movimientospopulares.org
- 1500 personas de 40 países discuten sobre temas claves como necesidad de Tierra, Trabajo y Techos dignos, además de la necesidad de convivir en armonía con la naturaleza y la integración por una causa común: la de los pueblos.
Santa Cruz-Bolivia. “Cuando veo esas personas, las caras de las personas, da una esperanza. Se siente que el pueblo tiene capacidad de transformar, de construir un mundo más humano, más fraterno, de igualdad”, dice Marina dos Santos, del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), una de las 250 brasileñas que participa del Encuentro Mundial de Movimientos Populares en Santa Cruz de La Sierra, Bolívia.
El Encuentro comenzó en la mañana de este martes 7, con la presencia de 1500 personas de 40 países del mundo. La programación prevé paneles de discusión sobre los ejes “Tierra, Trabajo, Vivienda”, además de talleres para profundizar las discusiones e intercambios. Esos ejes fueron inspirados en la exposición del Papa Francisco en el primer encuentro, que destacó que es preciso luchar para que no haya más “ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin trabajo digno y ninguna familia sin vivienda digna”.
En la tarde de hoy, el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, estará presente en la apertura oficial del encuentro. El jueves (9), a las 17h30, el Papa Francisco también se reunirá con los participantes.
La lucha por la Madre Tierra
El primer panel “La lucha por la Madre Tierra y la contribución de Laudato Si” contó con la exposición de cuatro representantes de resistencia campesina. Detrás de una mesa ornamentada con alimentos producidos por los pueblos de América, João Pedro Stedile, de la coordinación de La Vía Campesina, recordó cómo la organización del agronegocio compromete la soberanía alimentaria y la salud de todos. “Nosotros tenemos que tener nuestro plan, el plan del pueblo. Ya no basta con apenas ‘tierra para quien en ella trabaja’, como clamaba Zapata. Cambió el paradigma. Es necesario pensar un cambio en el campo que interesa a todos, que garantiza la producción de alimentos sanos y sin venenos. Que respete la biodiversidad, que rescate la agroecología. Ese plan de agricultura interesa a todo el pueblo”, destacó.
Silvia Ribeiro, del Grupo ETC, de México, criticó la concentración de las empresas que actúan en el campo, en todo el mundo. Ella citó el caso de las semillas, en el cual apenas diez empresas controlan 80% del mercado. Además de eso, las mismas que producen los venenos producen los transgénicos que dependen de ellos. “Los transgénicos produce mucho menos, no pueden ser replantados, usan mucho veneno, causan diversos maleficios a la salud, como el aumento de los casos de cáncer, además de ser más caros”, señaló.
Rodolfo Machaca, de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolívia, destacó el método que será usado durante el encuentro: denunciar, levantar demandas y asumir compromisos. “Los gobiernos neoliberales tienen culpa porque permiten saquear nuestras tierras. Por eso la unidad internacional es fundamental, porque necesitamos unirnos para expulsar a las multinacionales”, exhortó.
El obispo de la Diócesis de Aysén, de Chile, Luis Infanti della Moura, también criticó el imperialismo, recordando que estamos todos llamados a luchar por un mundo mejor. “El Papa nos llama a tomar consciencia para romper y derrumbar las estructuras que nos esclavizan cada vez más”.
Solidaridad internacional
Melike Yarar representa del movimiento de mujeres Kurdas dio su testimonio de las mujeres que luchan contra el Estado Islámico que oprime los pueblos de su país. “La América Latina para nosotros es un ejemplo. Estamos aquí para compartir nuestra resistencia y para crear comunicación entre nosotros. Necesitamos crear un plan de intervención global. Necesitamos unir nuestras fuerzas. Vivir es resistir, resistir es vivir”, dijo.
Primer encuentro
Entre 27 al 29 de octubre de 2014, el Papa recibió en el Vaticano dirigentes sociales de los cinco continentes, que representan organizaciones de base principalmente de tres sectores – trabajadores precarizados, campesinos sin tierra y personas que viven en viviendas precarias – más también sindicalistas, activistas de derechos humanos y de pastorales sociales.
Este encuentro ahora en Santa Cruz, da continuidad a ese primer encuentro pero en un contexto mucho más favorable, por los que de hecho se considera ya un encuentro histórico.
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