Como miembros de HIC y COCEAVIS, FESCOVAM y FUNDASAL coordinaron la realización del Primer Encuentro Popular por el Hábitat el día viernes 23 de octubre de 2015, bajo el eslogan Unidos por la defensa del derecho humano a un hábitat adecuado y participativo. A este primer encuentro asistieron decenas de compañeros y compañeras cooperativistas e integrantes de los movimientos sociales que hoy por hoy defienden y mantienen una férrea lucha por el derecho humano a la vivienda y hábitat adecuado en El Salvador, además de representantes de organizaciones afines.
Iris Pérez, compañera cooperativista —actualmente presidenta de FESCOVAM— inició la jornada haciendo referencia al llamado realizado por HIC de cara a la Conferencia de Hábitat III, a realizarse en la ciudad de Quito en octubre de 2016, orientado a la unificación de las luchas sociales que abogan por la dignificación de la vida humana a través de promover la producción social del hábitat que es territorialidad, agua, recursos naturales, soberanía alimentaria y muchas otras cosas más a la vez.
"Estamos luchando por realizar un cambio estructural y si nosotros no hiciéramos estas luchas, que son a raíz de derechos humanos incumplidos por el sistema, nadie nos los va a otorgar. Estamos acá entonces para crear una sola propuesta integral, que provenga de los movimientos sociales, enfatizó Iris".
También se contó con el relato de los antecedentes de Hábitat III, realizado por Edín Martínez, exdirector ejecutivo de FUNDASAL: las cumbres anteriores han ido describiendo la ruta que la oficialidad supuestamente debería seguir sobre el tema hábitat, vivienda, asentamientos humanos y desarrollo urbano, a pesar de que las ciudades en ese momento no tenían la importancia sociodemográfica, económica, cultural y política que tienen ahora.
Desde Hábitat I en la Vancouver de 1976 hasta Hábitat II en Estambul de 1996, las explicaciones a la problemática de la vivienda y la ciudad ha transitado desde la falta de planificación urbana para un crecimiento urbano descontrolado hasta por la falta de formalidad con la que se expandían desbordadamente las ciudades, por lo que era necesario regularizar, burocratizar, obstaculizar, ya que “los hacedores de ciudad son los pobladores, la gente misma”. Para esa ONU, inclusive el mejoramiento de los “tugurios” se convirtió en Objetivo de Desarrollo del Milenio para 2015. Y es que las consecuencias que devienen de vivir en un hábitat violento, como en el que han vivido millones de personas a nivel mundial, desemboca en problemas sociales complejos.
Las extensas declaraciones al respecto, así como los compromisos prometidos, sobran, ya que muy pocos se han llevado a su cumplimiento y ni siquiera se atrevieron a reivindicar el derecho humano al hábitat y vivienda adecuada. Por lo tanto, preocupa en demasía lo que pueda pasar en Hábitat III: porque se podrán extraer “hermosuras de declaraciones” llevadas a congresos enormes, pero que por desgracia continuarán sin trascender a la problemática de vivienda y hábitat que viven las mayorías latinoamericanas actualmente.
Igualmente, Carlos Ferrufino, investigador y catedrático de la UCA, planteó con su ponencia una serie de puntos de debate que se deben trasladar a las mesas de trabajo que se estructurarán en el proceso de formulación de esta nueva propuesta popular de cara a Hábitat III. Por ejemplo, ¿qué vínculo tiene el suelo con el derecho a la ciudad y cómo puede lograrse su realización? ¿Qué papel pueden jugar las movilizaciones sociales al respecto de la incidencia política y de la creación de modalidades alternativas para hacer cumplir el derecho a la vivienda y a la ciudad de todos y todas?
Durante los últimos 20 años, con una economía mucho más globalizada y unos movimientos sociales más fuertes, aún hay graves limitaciones al acceso al agua, el desarrollo urbano en zonas de riesgo, la informalidad de la economía urbana, el acelerado incremento de la pobreza, la violencia urbana, la obsolescencia del marco regulatorio urbano y otras problemáticas. Los conflictos más importantes tienen que ver con la destrucción del medioambiente y los recursos naturales, ante los cuales están dando una lucha fuerte los movimientos sociales y campesinos.
Las pláticas exhaustivas y consensos plurales sobre cómo edificar ciudades democráticas que aseguren el acceso al suelo y la vivienda, cómo introducir de nuevo el tema de la producción social del hábitat en una Agenda Hábitat III estrujada por la presión ejercida por empresas transnacionales y organismos multilaterales, y demás discusiones relevantes son las que deben figurar en este proceso de elaboración una agenda alternativa, desde las bases, para Hábitat III. Así lo estableció Gustavo González, analista y coordinador del Programa Regional de Hábitat y Vivienda de We Effect, en su ponencia. Esos Gobiernos que ni siquiera se han dado a la tarea de convocar a los Comités Pro-Hábitat III de la sociedad civil que sugirió la ONU para debatir sobre temas que ni siquiera figuran en los medios de comunicación masiva y provengan de los propios/as “hijos/as del pueblo”, no de sus representantes.
Hábitat III ya se encuentra a las puertas del 2016 y por ello es importante discutir desde ya qué tipo de propuestas y demandas se llevarán planteadas a dicha Conferencia, puesto que en esta se han podido visualizar muy pocas propuestas a favor de la producción social del hábitat. Es por ello que las voces del pueblo y demás actores de la sociedad civil, quienes han vivido y analizado la problemática a profundidad durante todos estos años, deben elevarse lo suficiente para ser escuchadas por los Gobiernos, y que estos lleven “nuestra agenda colectiva” a dicha Conferencia, para posteriormente ser retomada y concretizada en políticas públicas y marcos legales con una institucionalidad eficiente y recursos específicos.
Es momento de juntar fuerzas y vencer el reto de romper con las mentalidades reduccionistas de que hablar de agua solo significa agua, minería solo minería y vivienda solo vivienda, cuando las fuerzas y anhelos de todos y todas pueden estar integradas en el concepto hábitat, el cual, citando la ponencia final de William Estrada, investigador agrónomo de la Confederación de Federaciones de Cooperativas de la Reforma Agraria (CONFRAS), tiene que ver con la interrelación armónica que debemos establecer entre todos los seres vivos, la dignificación de su vida y su reproducción sostenible.
Escrito por Natalya Quiñones
Publicado originalmente por We Effect