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Ivette Saldaña

Aun con las dificultades para concretar el ??rea de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y pese a que no se alcanzó la meta de arrancar con el convenio el primer día de 2005, académicos aseguran que no se renunciará a ese acuerdo tanto por intereses políticos como económicos.

Los 34 países interesados en conformar esa área suspendieron oficialmente el diálogo en febrero de 2004, hace ya casi un año. Aun con ese impasse se realizaron reuniones informales pero no se llegó a algún compromiso.

"Es muy probable que el ALCA termine en la versión light, porque sería muy costoso abandonar el proyecto en términos diplomáticos, políticos y de recursos económicos, ya que ha habido inversiones importantes tanto de los países como de organismos internacionales como la Cepal, BID y OEA", explicó Germán de la Reza, académico de la UAM e investigador asociado al Centro de Estudios Europeos de la UNAM.

De la Reza añadió que el acuerdo se dividió desde fines de 2003 en dos pisos. En el primero se trata de un área común que no representa modificaciones sustanciales para el comercio y el segundo sería firmado sólo por los países que quieran una liberación más profunda.

Pero para Alberto Arroyo, profesor-investigador de la UAM e integrante de la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio, no sólo se tratará de firmar un convenio light sino que en el fondo se trata de establecer el "acuerdo base continental" que en el futuro se transformará en lo que originalmente fue la meta, una apertura comercial total.

Mientras tanto, "Estados Unidos sigue con la estrategia de firmar acuerdos bilaterales; es decir, el ALCA por pedazos, como lo hace al negociar un acuerdo con Centroamérica y otro con zona andina, pero aún le falta integrar a los países del Mercosur -Argentina, Uruguay, Paraguay y especialmente a Brasil-", comentó.

Por ahora, el diálogo no se ha reanudado y "seguimos en un lamentable impasse", declaró el subsecretario de negociaciones comerciales internacionales, ??ngel Villalobos.

El funcionario de la Secretaría de Economía aseguró que se está esperando que los copresidentes del ALCA -un funcionario de Estados Unidos y otro de Brasil- convoquen nuevamente a retomar las negociaciones, aunque no se espera que esto se dé en breve.

Obstáculo

La mayor traba, dijo el investigador Germán de la Reza, es establecer qué temas quedarán en el piso común o primer nivel y qué otros serán parte del segundo escalón.

Por ahora no se tiene nada claro cómo se definirán los temas obligatorios y los opcionales, pero puede preverse que en la propuesta de ALCA light quedarán fuera los temas de revisión de medidas antidumping, calendarios de desgravación arancelaria y el capítulo agrícola.

De la Reza expuso que el problema para establecer el alcance del ALCA es fuerte y prueba de ello es que algunos países piensan que la reactivación de las negociaciones se dará hasta la Cumbre de las Américas en noviembre próximo.

Tal como lo dijo Canadá en sus perspectivas, donde deja saber que está pensando en el mediano plazo para llegar a definir la firma del acuerdo continental.

Por su parte, Alberto Arroyo agregó que aparentemente antes de reanudar el diálogo los países buscan llegar con un consenso para no arriesgarse a otra reunión frustrada, como se dio en febrero de 2004 en Puebla.

Arroyo añadió que las dificultades en la negociación del ALCA también se complican porque se terminó con el pensamiento único dominante en el mundo que fue el llamado consenso de Washington -una serie de lineamientos denominados neoliberales- y ahora cada país expone sus recetas económicas comerciales.

El Financiero, 13 de enero de 2005.