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En Costa Rica no parece haber una relación adecuada entre los temas de vivienda, pobreza y ciudad, elementos que se han visto relegados desde periodos coloniales. Hoy, a pesar del fuerte impulso del Sistema Nacional Financiero para la Vivienda a prácticas tradicionales y extendidas en el financiamiento de la oferta de este segmento del mercado, no parece haber relaciones claras entre este sistema y los mecanismos para potenciación de la ruptura de los ciclos de pobreza y planificación urbana.

Según FLACSO (2007), el 11% la población del Gran Área Metropolitana de Costa Rica vive en condiciones de precariedad, donde particularmente existen condiciones de exclusión pues la ausencia de vivienda, servicios de educación, agua potable y saneamiento son elementos determinantes en la calidad de vida de sus habitantes. Particularmente es en estos lugares donde dichas condiciones hacen necesaria la gestión de procesos de urbanismo, que, si bien tienen implicaciones constructivas, también existen con condiciones sociales que ameritan de una gestión que posibilite un cambio.     

Esto hace que sea palpable para Urbarium la necesidad de mejorar las condiciones para hacer a las ciudades, mejores espacios al servicio del ser humano. Temas como inclusión social, movilidad, gestión de riesgo y sostenibilidad ambiental, son sólo una muestra de temas por abordar. En este sentido, y desde nuestra organización hemos decidido aproximarnos a tres temáticas que nos permiten comprender la necesidad de este trabajo: El derecho a la ciudad, la pobreza y desarrollo comunitario.

Para este año 2017, y con más de 2.900 soluciones habitacionales construidas, 5.611 personas beneficiadas en procesos de capacitación, más de 185.940 horas de voluntariado y más 26.000 personas involucradas en procesos de información de los servicios, nos planteamos el ambicioso objetivo de promover el desarrollo de comunidades, en donde su población posea acceso a la vivienda adecuada y goce de beneficios y oportunidades en entornos adecuados.

Estamos convencidos en la posibilidad de vivir en una sociedad integrada y cohesionada que pueda disfrutar, cambiar, diseñar la ciudad y que esta puede planificarse y gestionarse de una manera distinta promoviendo la cohesión social, la igualdad y la inclusión.

Buscamos por medio de nuestro modelo de intervención comunitaria facilitar procesos de gestión social en las comunidades que permitan potenciar mejoras en su hábitat y las integre en comunidades vibrantes capaces de asegurar su ejercicio del Derecho a la Ciudad, por medio del fortalecimiento de sus capacidades y la ejecución de proyectos participativos de habitabilidad comunitaria.